Sofía Gubaidulina.

Compositora rusa nacida en Chistopol. De padre tártaro y madre rusa, inició sus estudios musicales en el Conservatorio de Kazan, especializándose en composición en el Conservatorio de Moscú. En 1975 fundó junto a Victor Suslin y Vyacheslav Artyomov, la Ensemble Astreia, grupo musical especializado, entre otras cosas, en coleccionar instrumentos rituales. Experimentando con estos instrumentos, llega a alcanzar respuestas sónicas hasta entonces desconocidas, en una creatividad que saca el máximo provecho de todos los medios a su alcance, desde lo tradicional hasta lo más vanguardista. Su fama como compositora creció de modo espectacular desde que en 1985 obtuvo el permiso para viajar a occidente. Su labor en el campo de la composición se caracteriza por la exploración táctil y la improvisación basada en los elementos folklóricos propios de las culturas caucásica, rusa y asiática. En 1992 se estableció definitivamente en la ciudad de Hamburgo. Es miembro, entre otras asociaciones, de la Academia de las Artes de Berlín y de la Freie Akademie der Kunste de Hamburgo.


Después de estudiar piano y composición en el Conservatorio de Kazan, Sofía Gubaidulina, continuó aprendiendo composición con Nikolai Peiko en el Conservatorio de Moscú y perfeccionando su formación con Vissarion Shebalin. Hasta 1992 vivió en Moscú, pero desde entonces se estableció en Alemania, en las afueras de Hamburgo.

Los intereses creativos de Gubaidulina han sido estimulados por la exploración e improvisación con raros instrumentos folclóricos rusos, caucásicos y asiáticos coleccionados por el conjunto Astreia, del cual fue cofundadora. Otra motivación proviene de la rápida absorción y personalización de las técnicas musicales occidentales (una característica que comparte con otros compositores soviéticos de la generación post-stalinista como Denisov o Schnittke) y por una profunda creencia en las propiedades místicas de la música. 

No obstante la dedicación sin compromisos a una singular visión, su música ha sido promovida por varios intérpretes como Vladimir Tonkha, Friedrich Lips, Mark perkasky y Valery Popov. Otro gran promotor de sus obras es Gidon Kremer, dedicatario del magistral concierto para violín de la compositora. Fue con esta partitura que Gubaidulina logró atención internacional a comienzos de los 80, aún cuando ya era autora de obras sinfónicas y corales, conciertos para otros instrumentos, cuartetos de cuerda, partituras para percusión y muchas creaciones para instrumentos no tradicionales en occidente. En todas estas obras es habitual encontrar una exploración en técnicas poco convencionales para producir los sonidos. 

Recién en 1985, Gubaidulina pudo conseguir el permiso del gobierno soviético para viajar al extranjero, recibiendo de inmediato encargos de los festivales de Berlín, Helsinki y Holanda, la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, la Sinfónica de Chicago y la Filarmónica de Nueva York, entre otras organizaciones. Gubaidulina realizó su primera visita a Norteamérica en 1987 como invitada al evento Sound Celebration de Louisville. 

Hoy en Aniversarios Musicales HJCK (11:00 a.m.) presentaremos de Sofía Gubaidulina, Música para flauta, cuerdas y percusión. Interpreta La Orquesta Real del Concertgebouw de Ámsterdam, bajo la dirección de Valery Gergiev.